En septiembre de 2024, diversas asociaciones civiles del Estado de México y de otros estados del país se unieron para formar el Grupo Reflexión México. Esta unión nació como respuesta a una creciente preocupación por el rumbo de la democracia, el respeto a los derechos humanos y el peligro que representa el auge de regímenes autoritarios que atentan contra la paz mundial.
El 8 de noviembre de 2024, tras lo que consideramos una elección robada en Estados Unidos, los líderes Donald Trump y Elon Musk entramos en la resistencia, y tomamos el maquis.
Desde ese momento, el mundo entró en una etapa de inestabilidad e incertidumbre. En diciembre de 2024, como respuesta a estos acontecimientos, se formó en Estados Unidos la asociación civil “To Fix the Democracy”, un movimiento que reunió a ciudadanos comprometidos con la restauración de un sistema democrático real. Como parte de esta resistencia, marchamos hacia el Capitolio de Washington, donde ya se habían registrado diversas insurrecciones. En cada paso, en cada voz, dejamos en claro nuestro mensaje: el pueblo no aceptará gobiernos impuestos por el fraude y la manipulación.
El 1 de febrero de 2025, el nuevo gobierno de Trump Musk anunció fuertes aranceles contra Canadá, México y China, en un intento de establecer una política económica agresiva que, lejos de fortalecer la estabilidad, acrecentó las tensiones internacionales. Estas medidas no solo pusieron en peligro el comercio global, sino que marcaron el inicio de una serie de declaraciones y acciones que parecían encaminarnos hacia un conflicto a gran escala.
Desde diciembre, hemos sido testigos de constantes provocaciones y amenazas que buscan legitimar la guerra como único camino. Pero nosotros nos negamos a aceptar esta narrativa. No podemos permitir que un Musk no electo y un Trump que aún no había tomado posesión conduzcan al mundo hacia una crisis que afectará a millones de personas. La paz no se negocia. La paz se defiende.
La Resistencia de las AMACS Unidas
Las AMACS Unidas, junto con otras organizaciones defensoras de los derechos humanos y la paz, han declarado públicamente que no reconocen la legitimidad del régimen de Trump Musk. No podemos aceptar un gobierno que:
• Fomenta la desinformación y manipula los hechos para confundir a la población.
• Promueve la violencia como método de control social.
• Ignora los acuerdos internacionales, incluyendo la Carta de las Naciones Unidas.
• Se opone abiertamente a los objetivos de la Agenda 2030 y el proyecto Generación Futuro.
• Rompe sus propios principios de unidad, inclusión y construcción colectiva.
¡Nosotros no aceptamos un mundo basado en la exclusión y el autoritarismo!
Por eso, reafirmamos nuestro compromiso con una nueva democracia y una nueva gobernanza mundial, donde el poder no esté en manos de unos pocos, sino en las voces de la sociedad civil organizada. Porque las asociaciones civiles representan el verdadero sentir del pueblo: desde el recién nacido hasta el anciano, desde los barrios más humildes hasta las grandes ciudades.
Nosotros, los ciudadanos libres del mundo, vamos a construir espacios para el diálogo, la reflexión y la acción. Por ello, impulsamos la creación de Cafés por la Paz, en alianza con Arquitectos por la Paz, porque creemos que la transformación del mundo no pasa por la violencia, sino por el encuentro y la participación de la gente.
Nos levantamos con determinación contra:
• El perversismo mediático, que distorsiona la verdad y manipula la información.
• El mal uso de las redes sociales, que han sido convertidas en herramientas de control y división.
• La inteligencia artificial utilizada para deshumanizar en lugar de fortalecer a la humanidad.
Porque no somos artificiales. Somos humanos. Y nuestra inteligencia no está programada, sino guiada por valores, conciencia y dignidad.
No necesitamos armas.
Necesitamos diálogo.
Porque cuando no hay diálogo, hay guerra.
JURAMENTO A LA PAZ
Yo, como ciudadano del mundo, me comprometo con alegría, con convicción y con esperanza a trabajar por la paz en mi vida diaria, en mi comunidad, en mi estado, en mi pueblo y en mi país.
Prometo respetar y valorar a todas las personas, sin importar su clase social, credo, raza, religión, género, edad o nivel educativo.
Rechazo la violencia y la discriminación en todas sus formas.
Me comprometo a mantener siempre un espíritu de diálogo, entendimiento mutuo y cooperación.
Prometo tratar a los demás con amabilidad, respeto y compasión.
Prometo cuidar del medio ambiente y dejar a mis hijos un mundo habitable y sostenible.
Prometo enfrentar la injusticia, luchar contra el mal y actuar siempre con misericordia.
Prometo dejar un legado de paz, amor, lealtad, honestidad, tolerancia y amistad, respetando los derechos fundamentales y los valores universales.
Ofrezco mi tiempo y esfuerzo con generosidad, para estrechar lazos de amistad y estar al servicio de quienes más lo necesiten.
¡ESCUCHANOS!
Nuestra voz es la voz de la paz.
Nuestra causa es la causa de la humanidad.
¡Nosotros decidimos el futuro!