Más allá de 30 segundos...1 hora 30 de meditación al día

El francés es el idioma de la diplomacia, de los derechos humanos, de la libertad.

Es el idioma que inspiró la Estatua de la Libertad.

Pero, al final, llegamos al espanto… un idioma universal que todos deberíamos poder hablar: el idioma de la paz.

Somos humanos.

Hay quienes no lo comprenden, quienes nos quieren imponer su lenguaje, su visión, su poder.

Pero la libertad… la verdadera libertad… no tiene fronteras.

La Estatua de la Libertad está en cada visa, en cada mirada de esperanza.

Pero hubo un año en que no pudimos enviar un mensaje de amor y de paz.

El 14 de febrero fuimos silenciados, encarcelados…

Mientras el mundo solo escuchaba mensajes de odio y declaraciones de guerra.

Pero aún hay esperanza.

Un café por la paz. Un diálogo sincero.

Que cada uno baje las armas y abramos las puertas al entendimiento.

Queremos un camión de la paz que recorra el mundo,

desde la Estatua de la Libertad hasta los corazones de quienes aún creen.

Este es un mensaje desde los países libres, las verdaderas democracias.

Un camino hacia la libertad.

Porque tú lo sabes… ¿dónde está la verdadera libertad?

La encontramos en América, aquella gran América que abrió sus puertos a la inmigración desde el siglo XVII.

God Save America.

Pero también ¡Viva el mundo!

Porque somos humanistas.

Somos canadienses, mexicanos, europeos, asiáticos, indios… somos el mundo.

Somos el poder de una nueva democracia.

Este es un mensaje de esperanza.

Por un mundo mejor, alineado a la Agenda 2030 que todas las Naciones Unidas firmaron,

aunque algunos, con un veto perverso, quieran echar por tierra los sueños de la humanidad.

Febrero de 2025… será un mes de paz.

Así como en Praga y en Portugal no hicieron falta armas,

recordaremos que somos 8 mil millones de humanos que no quieren la guerra.

No somos avatares en un videojuego,

no somos marionetas de un imperio ficticio.

No más propaganda, no más miedo.

Porque el mundo quiere paz, quiere avanzar hacia un futuro común.

¡Viva el mundo!

¡Viva Canadá! ¡Viva México! ¡Viva Dinamarca! ¡Viva Europa!

¡Viva Japón! ¡Viva India! ¡Viva Australia! ¡Viva Nueva Zelanda!

¡Viva la libertad! ¡Viva la humanidad!

Este es el llamado pacífico desde México, desde Guadalupe Reyes.

Nuestras primeras sedes, en Tijuana y en Quebec,

fronteras de esperanza y de unión.

Porque somos uno.

Somos paz.

Somos el mundo.


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6 minutos de inteligencia, el Amor y la Paz se pueden lograr sin armas.

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